Cosas sobrevaloradas 2

Una de las cosas de la naturaleza humana que hace que haya muchas cosas sobrevaloradas es la necesidad de tener paz de conciencia.

Según yo, la manera más sencilla en este mundo de volverse rico es vender paz de conciencia. Por ejemplo, veamos el caso del agua:

La gente tiene un miedo irracional a beber agua del grifo (probablemente porque los gringos atribuyen al agua de México el hecho de que se enfermen por comer comida a la que no están acostumbrados); así que aceptan que las compañías embotelladoras les cobren cualquiér cantidad ridícula de dinero a cambio de algo que debería ser completamente gratis.

¿Qué están comprando? La paz de conciencia que da saber que el agua está "purificada" (al respecto vean mi discusión sobre las basuritas).

Un caso aún más escandaloso es el agua embotellada específicamente para bebés... ¿no se supone que el agua embotellada normal ya está limpia? ¿por qué tendría que estar más limpia? ¿es posible limpiarla más? ¿por qué el agua "normal" no está así de limpia?

Mi teoría es que el agua "normal" y el agua para bebés son exactamente lo mismo. Lo que los padres de familia están comprando en realidad es la paz de conciencia que les da creer que evitan a toda costa --i.e. al precio de una botella de agua para bebés-- que sus hijos entren en contacto con bacterias.

No es una casualidad que existan tantas marcas de agua (cuando yo ponga mi embotelladora voy a hacer énfasis en que es tan limpia como el agua para bebés, me embolsaré millones)...

Otros ejemplos muy buenos están relacionados con una de las mejores invenciones que se le han ocurridon a la humanidad: la culpa.

¿Por qué pagar por café cultivado en un país tercermundista o artesanías inútiles y feas? ¿Por qué tolerar políticas de asistencia social que son costosas y poco eficientes? Ninguna de estas cosas hace que la gente pobre deje de ser pobre (al menos en un plazo de tiempo aceptable). Tampoco veo que haya mucha presión por eliminar los subsidios o por que se implementen políticas públicas más eficientes.

Por eso deduzco que las personas no están tan interesadas en acabar con la pobreza como en sentir que se está haciendo algo al respecto. Sólo quieren paz de conciencia para no sentir culpa por tolerar una injusticia.

Esto me hace pensar que una de las ideas más geniales de la historia fueron las indulgencias de la iglesia. Operaciones abiertas para comprar paz de conciencia que no venían disfrazadas de otra cosa. Incluso tenían precios distintos para cada tipo de culpa (un precio justo o fijado por el monopolio eclesiástico, pero no uno sobrevalorado), por lo que la gente podía internalizar el costo de sus malas acciones.

Yo creo que eran una excelente manera de eliminar la hipocresía y de volver a la gente razonablemente buena. Lutero pensaba que eran inmorales, pero es porque él sobrevaloraba el hecho de que la biblia no hubiera dado permiso de crear ese mercado. No se daba cuenta de que a los escritores de la biblia seguro no se les habría ocurrido un sistema así porque eran pensadores platónicos que creían que cualquiera puede alcanzar la virtud por sí mismo.

Comentarios